La cauterización capilar es un tratamiento que actúa sellando la fibra capilar, devolviéndole el brillo y la naturalidad al cabello. Por ello resulta de utilidad para recuperar cabellos especialmente castigados, con puntas abiertas, falta de brillo o quebradizos. Las causas que producen un daño severo a la estructura capilar son muy variadas e incluyen algunos tintes y decoloraciones, el uso abusivo de las planchas de pelo, permanentes y alisados, le exposición prolongada al sol, el agua de mar, el cloro y productos químicos de la piscina…
La revitalización de las fibras capilares dañadas hace que esta cauterización molecular también se describa quizás exageradamente como una cirugía plástica de la fibra capilar. Lo cierto es que cuando todos los procesos abrasivos descritos hacen que el cabello pierda nutrientes como la queratina, vitaminas, proteínas… la cauterización actúa como un recolector de nutrientes y sella los huecos en la cutícula de la fibra capilar, que es la capa más externa que mantiene el pelo protegido, evitando así la pérdida de estos nutrientes con una acción profunda sobre ella. Debido a ello, el cabello se nutre e hidrata obteniéndose una mejoría en el grosor del pelo, eliminándose también la sequedad y el encrespamiento.
¿En qué consiste la cauterización capilar?
Tras un lavado con un champú especial que elimina los residuos del cabello, se retira el exceso de humedad y se pasa a aplicar la queratina líquida hidrolizada, enriquecida en ocasiones con otros productos como la creatina o la jalea real, aplicando calor primero con un secador y posteriormente con una plancha, mechón a mechón, para sellar totalmente la queratina. Posteriormente lo recomendable es estar 3 días sin lavar el cabello para que el producto se fije bien y en muchos casos ya inmediatamente tras el primer tratamiento se nota un aumento del brillo del cabello.
¿Cuánto dura?
Dependiendo del estado inicial del cabello es posible que se requieran dos cauterizaciones al mes pero lo más probable es que con el tiempo vaya aumentando el intervalo de tiempo entre sesiones, manteniéndose el efecto incluso hasta los 4-6 meses ya que, aunque por regla general, los efectos duran entre 1 y 2 meses en un cabello normal, las aplicaciones sucesivas ayudan a regenerar el pelo poco a poco, por lo que la constancia es básica en este tipo de tratamientos.
