Caída de pelo y confinamiento parecen ir de la mano. Desde el primer encierro en marzo por el coronavirus se ha notado un incremento de casos de pacientes con un pelo debilitado y pérdida de masa capilar. ¿Por qué sucede?
Al terminar el encierro de la primera oleada, las consultas especializadas comenzaron a recibir pacientes que relataban que se les caía el cabello más de lo habitual. Es lo que se llama efluvio telógeno agudo. Es un fenómeno por el que se cabello se cae de modo intenso y acelerado durante unas semanas hasta los 3 o 6 meses. Esto se debe a una alteración del ciclo del crecimiento del pelo. En lugar de funcionar de modo normal, muchos folículos pilosos entran de forma simultánea en fase telógena. Es decir, en fase de caída.
Pero, ¿qué tienen que ver caída del pelo y confinamiento? Hay explicación. El efluvio telógeno agudo se relaciona con el estrés y la ansiedad. Suele aparecer en momentos vitales traumáticos o estresantes para el organismo. Puede ser una cirugía, un parto o situaciones personales difíciles (divorcios, fallecimientos). También infecciones, fiebre, cambios bruscos en la dieta o gripe. Y por supuesto, la Covid-19 y todo lo que conlleva.
Cada día perdemos, de modo natural, entre 100 y 150 cabellos. Pero en los casos de efluvios telogénicos, esa cantidad puede duplicarse e incluso triplicarse. Aunque normalmente se da más en mujeres jóvenes, también pueden afectar a hombres. Y a personas mayores. En este caso, no solo han sido los propios enfermos de Covid los que se han visto afectados (que también), sino la población sana.
No solo han aumentado los casos de efluvio telógeno agudo, sino que también han empeorado las alopecias androgenética y areata, así como la tricotilomanía.
Caída de pelo y confinamiento: la culpa es del estrés
No es extraño que caída del pelo y confinamiento estén relacionados. El estrés y la ansiedad son algunas de las principales causas de que perdamos cabellos. A esto se le llama alopecia nerviosa.
En momentos de estrés, el cuerpo genera mayor cantidad de cortisol. Esta hormona desencadena diferentes síntomas físicos y mentales. Entre ellos, dificulta la absorción de nutrientes en los folículos capilares. Peor alimentados y peor hidratados, terminan por debilitarse. Esto lleva al efluvio telógeno, que genera una caída difusa. Es decir, generalizada en todo el cuero cabelludo y no localizada más en unas zonas que otras. Además, si la persona ya padecía alopecia androgenética, puede verse agravada en esta situación.
Causas de estrés habituales
Que levante la mano quien no haya sufrido de estrés en algún momento de la vida moderna. Y si vives en una ciudad, aún más. Una separación, la imposibilidad de conciliar vida laboral y familiar, los exámenes… Las causas pueden ser numerosas. Y a todas ellas se ha unido este año el coronavirus. Esto explica de sobre la relación entre caída de pelo y confinamiento.
El estrés y la ansiedad son algunas de las principales causas de que perdamos cabellos
La Covid-19 llegó a nuestras vidas casi sin avisar. De repente, nos vimos encerrados en nuestras casas. Se alteraron horarios de comidas, descansos y rutinas que nos hacen sentir seguros. Nos vimos amenazados por una enfermedad que llegó a matar a 1000 personas diarias. Y para la que no parecía existir cura. Muchos enfermaron. Otros perdieron a sus seres queridos. Se vieron incluidos en ERTES o, peor aún, perdieron sus trabajos. Y sin un horizonte optimista al que aferrarse.
Cuando acabó el confinamiento total, llegaron los confinamientos parciales. Las restricciones en la vida diaria. Los toques de queda. La imposibilidad de viajar o de ver a seres queridos que viven lejos. De modo que si 2020 fue el año del coronavirus, también lo ha sido del estrés. Del miedo, la incertidumbre y las preocupaciones. Y esto justifica el incremento de la alopecia nerviosa.
Cómo curarse
Ante la alopecia nerviosa, lo más indicado es prevenir huyendo del estrés. Obviamente, esto no es posible si las preocupaciones las causa algo ajeno a uno mismo, que no se puede controlar. En este caso, no hay más allá que valorar la consulta con un especialista en psicología.
En cuanto a la caída de pelo y confinamiento, lo cierto es que existen algunos tratamientos que pueden ayudar a recuperar la fortaleza perdida del cabello y frenar la caída.
Entre esos tratamientos anticaída, en el Instituto del Pelo contamos con algunos de probada eficacia. Hablamos del Minoxidil, el plasma rico en plaquetas o la mesoterapia capilar.
Habitualmente, cuando se pierde pelo por estrés, este vuelve a recuperarse sin problemas cuando desaparece el problema que generaba la ansiedad. El problema aparece cuando ese estrés perdura en el tiempo, porque la causa que lo genera no desaparece. Como sucede en la actualidad con el coronavirus y los confinamientos parciales y resto de restricciones. Si el cabello sigue cayéndose durante muchas semanas, es muy importante acudir a una cita con un especialista para que valore el caso. Y así prescribirá el tratamiento adecuado y personalizado.
En el Instituto del Pelo somos especialistas en la salud del cabello. Puedes pedirnos cita sin compromiso y valoraremos tu caso.
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